Gracias a dios este sistema sólo sirve para dejar de oírlas, sino peligrarían los puestos de trabajo de la redacción del Acojonje, mire usted
La ciencia avanza que es una barbaridad. Tal vez echemos de menos los coches voladores y los roboses que te hacen las labores de casa y que hace cincuenta años nos prometieron los visionarios de la ciencia ficción. Pero esto lo compensa todo, ni si quiera Isaac Asimov se adelantó con imaginar semejante invención. Si se confirma, puede ser uno de los avances científicos más importantes de la historia desde el tanga.

Las primeras pruebas han demostrado que funciona tremendamente bien, tanto es así que en una reunión de comunidad de vecinos o en un mitin político el sujeto que llevaba este artilugio sólo pudo oír un profundo silencio tranquilizador, ya que el aparato transforma en silencio cualquier idiotez detectada. Desgraciadamente parece que este ingenio no tiene mucho futuro, ya que el costo de producción eleva mucho el precio final. Y comparado con unos tapones de oídos que hacen la misma tarea, no sale rentable. Es más, se ha podido demostrar que apagar la tele o directamente tirarla, hace que se dejen de oír el 95% de tonterías que escucha cualquier persona. Recordamos que la Organización Mundial de la Salud recomienda no escuchar más de 2 horas al día de tonterías, algo que por ahora sólo consiguen los mojes budistas y los sordos.
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