LA GRUA SE LLEVA UN COCHE FUNEBRE

Nadie se libra de las normas de tráfico, ni los muertos, mire usted. Y es que en Londres van al límite, no se hacen excepciones, eso si que es una sociedad avanzada y responsable

Era el día más importante de Maziu Esmiz desde que lo atropelló un tren. Le habían puesto el traje de los domingos y otro de pino por encima. La misa fue de lo más entretenida, el párroco hizo un extenso y hermoso resumen de la venturosa vida de un tal Mr. Spock, alguien totalmente desconocido por la familia del finado. No se le puede echar en cara al cura ya que es adicto al vino de misa desde hace por lo menos de noventa años. La familia de Maziu creía que la cosa no podría salir peor, pero se equivocaban.

(Momento en el que se llevaban la grúa -link-)

Al salir de la iglesia con el féretro al hombro, los familiares vieron con resignación cómo la grúa se llevaba el coche fúnebre. Después de una breve discusión con el policía que argumentaba “no es nada personal, sólo cumplo ordenes”, los asistentes propusieron varias opciones como enterrar a Maziu a la entrada de la iglesia pero el párroco se negaba argumentando: “En mi iglesia no se entierra a nadie medio vulcano medio humano”. Al final dejaron el cuerpo de Maziu en el bar de enfrente llamado Kick sentado en la barra, donde había estado la mayor parte de su vida… descanse en paz con una buena pinta, Mr. Maziu.

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