Una caracola de chocolate caducada sufre inquietantes efectos secundarios. Expertos en alimentación aseguran que es sólo un hecho aislado y no hay que alarmarse, aunque también recuerdan que siempre es bueno tener el testamento hecho
Todos reconocemos cuando un alimento no está en buenas condiciones, ya sea por el olor, por el aspecto o si baila o habla lenguas extrañas. Pero en la historia de la humanidad no se conoce nada parecido a lo ocurrido en un colegio de Toronto la pasada semana.
Era la hora del recreo cuando el joven Preston Delano se disponía a tomar su acostumbrado tentempié, al rebuscar en su mochila quedose aconjojado cuando no encontró nada que engullir. Desesperado y hambriento escudriñó en su taquilla hasta que encontró la mencionada caracola de chocolate, la cual se cree que llevaba allí desde que instalaron las taquillas hace 12 años. El protagonista de la historia nos cuenta: “Estaba algo dura pero no tenía mala pinta, y oler no olía a nada. El primer bocado me costó un premolar, así que fui a escondidas a la sala de profesores y lo metí en el microondas. Cuala fue mi sorpresa que al calentarse la caracola creció casi dos metros y a la vez apareció un equipo de gimnasia japonés, evidentemente me cagué encima al instante”
Todos reconocemos cuando un alimento no está en buenas condiciones, ya sea por el olor, por el aspecto o si baila o habla lenguas extrañas. Pero en la historia de la humanidad no se conoce nada parecido a lo ocurrido en un colegio de Toronto la pasada semana.
Era la hora del recreo cuando el joven Preston Delano se disponía a tomar su acostumbrado tentempié, al rebuscar en su mochila quedose aconjojado cuando no encontró nada que engullir. Desesperado y hambriento escudriñó en su taquilla hasta que encontró la mencionada caracola de chocolate, la cual se cree que llevaba allí desde que instalaron las taquillas hace 12 años. El protagonista de la historia nos cuenta: “Estaba algo dura pero no tenía mala pinta, y oler no olía a nada. El primer bocado me costó un premolar, así que fui a escondidas a la sala de profesores y lo metí en el microondas. Cuala fue mi sorpresa que al calentarse la caracola creció casi dos metros y a la vez apareció un equipo de gimnasia japonés, evidentemente me cagué encima al instante”
El eminente Doctor Nicomedes Valeriano habla de una posible explicación de lo sucedido en un artículo publicado en la revista científica “Culo de Mandril”: “Una teoría que podría aclarar este suceso dice que la acción del microondas sobre una caracola fosilizada cerca de un niño gordo cabrón habría abierto una puerta multidimensional a otro lugar con problemas de radiación como es Fukushima. En cualquier caso, un niño gordo cabrón al lado de cualquier alimento puede producir cualquier tipo de alteración en el espacio-tiempo, esto es un hecho”
Los últimos datos que nos llegan de esta noticia es que la caracola ha sido nombrada nueva directora del instituto japonés, mientras que el equipo de gimnasia sigue viajando aleatoriamente por todo el mundo gracias a caracolas petrificadas. El niño gordo cabrón que se cagó encima está bajo tratamiento siquiátrico ya que desde entonces ha dejado de controlar su esfínter y un dedo meñique.
Los últimos datos que nos llegan de esta noticia es que la caracola ha sido nombrada nueva directora del instituto japonés, mientras que el equipo de gimnasia sigue viajando aleatoriamente por todo el mundo gracias a caracolas petrificadas. El niño gordo cabrón que se cagó encima está bajo tratamiento siquiátrico ya que desde entonces ha dejado de controlar su esfínter y un dedo meñique.
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