PRIMER VUELO AUTONOMO SIN ARTEFACTOS DE UN SEÑOR

Hasta ahora el hombre sólo había conseguido volar con ayuda de algún artilugio, pero esta vez se ha conseguido sólo con los medios naturales de los que dispone un ser humano

El Sr Paupérrimo Celofán ha conseguido entrar en la historia como el primer humano capaz de volar de forma autónoma. Para ello ha usado la menospreciada energía gaseosa de la que disponemos todos, aunque este señor al tener problemas con los gases va en la vanguardia de la propulsión pedórrica. Eso sí, para usar este propulsor natural al cien por cien ha tenido que lanzarse en porretas, para que el gas caliente propalado por su ano sea más eficaz.

(“Que ese culito no pase hambre” fue lo último que escuchó Paupérrimo)

Sus familiares, aunque afligidos por semejante pérdida, se sienten orgullosos de que el señor Celofán haya situado en las enciclopedias de todo el mundo su apellido: “Ahora no sólo nos conocerán por ser un plástico fino y transparente que conserva bien la comida”. Gracias a la tremenda perdorreta pestosa que iba soltando al caer, el público asistente se giró a vomitar, lo que les ha permitido ahorrarse el momento desagradable de ver cómo se estrellaba el muy zoquete.

En su salto, en vez de llevar un paracaídas, llevaba una mochila con una muda que pensaba ponerse hacer nada más aterrizar, ya que sus amigos lo recuerdan como un señor que aunque un poco lelo, si que era pudoroso.

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