EL RESTAURANTE EL QUINTO COÑO CREA UNA FRANQUICIA

En estos tiempos difíciles podemos comprobar que algunos empresarios consiguen hacer que su negocio vaya viento en pompa, o sea, de culo.

El dueño del negocio, el Sr. Juan Palomo, se ha decidido ha crear esta franquicia ya que como él mismo confiesa: “Esto del restaurante-bar no da para vivir, estoy prácticamente arruinado. Pero el otro día pasó un joven de la capital muy bien vestido, con maletín y con la cara recién rasurá… totá, que me comentó que el negocio estaba en las franquicias, y puesto a perder dinero pues le di todo lo que tenía para montar una de esas franquicias. Todavía no me ha quedao mu claro de que va eso, pero entre lo bien que olía, que hablaba culto y sobre todo que no se callaba el tío, tuve que aceptar el negocio, mire usted”

(En la guía CAMPSA no aparece porque nadie sabe donde está)

Aunque el negocio parece que tiene poco futuro, cuenta con grandes alicientes, con platos como “A tomar por culo”, “¿Cuando llegamos?” o “¿Cómo se sale de este pueblucho?”. Grandes clásicos de este restaurante que prometen un festín inolvidable. Los lugareños de este perdido pueblo nos hicieron saber que el público que más se acerca a esta fonda son familias que vienen a abandonar al abuelo en su ruta de vacaciones.

Juan Palomo nos confiesa que ha tenido que usar mucho la imaginación para servir al personal, ya que al estar el bar tan perdido, es muy raro que un proveedor lo encuentre. El dueño nos desvela su truco para conseguir carne para los guisos: “La poca gente que llega aquí me felicita por nuestros platos de carne, sobre todo el estofado. Lo que no saben es que como el carnicero lleva años sin venir porque no encuentra el lugar, usamos la carne de los abuelos que ellos mismos van abandonado por aquí… lo hacemos sobre todo por reciclar, ya sabe, la capa de ozono y todo eso”

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