
Era un secreto a voces y por fin se ha confirmado. La Casa Real ha querido así desmentir los rumores que circulaban acerca de la soberana y su manía de orinar en los jarrones y ceniceros de palacio. La prensa amarilla se había cebado con su majestad sin prueba alguna, sólo por la relación que hay entre lo amarillo de una micción y el mismo color que tiene la prensa del cotilleo
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¡Manifiéstese gañan!